30 nov 2009

Del gusto al disgusto por el arte.

El arte me hace más Interesante.

Desde este punto de vista el arte y la cultura se han convertido, hoy día, en otro nivel más de estatus, me explico: hasta hace poco tiempo el estatus se medía por elementos principalmente materiales como: el auto que manejabas, la ropa que vestías, la joyería que tu cartera te permitía tener y en ocasiones el físico; bueno, hoy, aparece una raza de personajes que utilizan el conocimiento como un elemento de estatus, como un escalón nuevo en la métrica social. Y no como antes, conocimiento de autos, de marcas, de lugares de esparcimiento… no. Ahora saber de cine, de música, de literatura, es el nuevo criterio para decir -soy mejor que tú.

Lo grave de este fenómeno es principalmente que el único refugio que quedaba para el disfrute puro, fuera de las pláticas plásticas de la mayoría de la gente, se ha prostituido.

El “intelectual” de hoy, es una enciclopedia andante, conoce de corrientes, de estilos, de fechas, de técnica; pero no de gozo, regocijo o gusto.

Desde el punto de vista más purista, el objetivo del arte, debe ser producir sentimientos en el espectador, de la índole que sean. Hoy, esto ha quedado en segundo término, hoy, lo importante es estar preparado para competir con otros personajes que puedan conocer más que nosotros de cualquier cosa etiquetada con la rúbrica de arte, hoy, sentir el arte, ya no tiene sentido.

Desde el punto de vista de estos nuevos “eruditos” lo fundamental es conocer los nombres y trayectorias de 100 ó 200 escritores, en lugar de conocer a uno sólo y emocionarse con él. Es más valioso conocer los más extraños callejones de el más puro cine de arte, que ver una película cómica y ligera y sorprenderse con su sencillez. Es primordial, conocer todas las más oscuras corrientes pictográficas del medioevo, pero es torpe y simplón sonreír con la gráfica de un anuncio de jugos.

El asunto puede no parecer serio, pero personalmente me produce una infinita pena; la pena, la melancolía de saber que esta gente tiene la maravillosa oportunidad de sentir al artista, pero prefieren memorizar mecánicamente fechas y nombres con el único objetivo de alcanzar un peldaño más alto en la colectividad.

1 comentario:

Jo dijo...

Cada que voy a una expo o inauguración de ley es que haya un cóctel seguido de coctelitos multicolores, cerveza y canapés. nada relevante ni de asombro, la gente o lo snob que pueda parecer aparece en la sala de exhibición y ni que decir del el arte y de lo que emana hoy de el...

me confunde mucho
dista mucho de estar colocado en una sala convencional de museo, aunque a veces me pregunto si tiene limite o el Arte es tan subjetivo que yo me vuelvo poco objetiva con el, lo bueno de él es que todos pueden tener una opinión lo bueno es que ultimamente ha estado mas al alcanze aunque sigue siendo elite.

podemos incluso acceder a él y no tendremos que aplauidrlo si nos confronta, nos hace ruido o nos provoca esta cumpliendo una función.